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Si has llegado a este artículo es porque quieres aprender a sentirte mejor y efectivamente lo que comemos condiciona nuestro estado de emocional y ánimo, eso sí se trata de un vínculo complejo. ¿Has oído la frase de que el intestino es el segundo cerebro?
Hoy os explicaremos el porqué de esta frase, la relación entre nutrición y emociones y cómo llevar una buena dieta para que nos afecte positivamente.
Las emociones afectan nuestra dieta
La frase popular de que comemos por placer, es verídica ya que la comida además de su función nutritiva nos aporta placer y nos quita estrés por ello hay enfermedades y problemas alimenticios a causa de sentirnos cansados, dormir poco y tener ansiedad entre otras. En resumen, el organismo aumenta la cantidad de hormonas que nos aumentan los deseos de comer.
Por suerte encontramos alimentos que reducen la ansiedad y nos calman emocionalmente para evitar la obesidad y los problemas de alimentación que podamos tener.
Inteligencia emocional y nutrición
La alimentación y nutrición emocional se describe como ‘comer en respuesta de algún evento o estado de ánimo’, y normalmente es algo negativo, comiendo para tranquilizarnos.
Esto no ocurre solo con la comida sino con otros hábitos que nos relajan, como el tabaco o alcohol entre otros, y no es la solución. Si hablamos de nutrición y emociones, es lógico que a veces cuando entramos en un estado de relajación nos apetezca disfrutar de un buen donut por ejemplo pero sobre todo que lo hagamos en un momento consciente, tranquilo y controlado. Mencionamos esto porque desaconsejamos comer este tipo de alimentos grasos cuando estés cansado, enfadado, feliz y triste ya que podrías excederte en las cantidades y acostumbrarte a ello, desencadenando un problema a medio corto plazo.
Desde Sambo Valencia recomendamos ingerir alimentos que nos calmen porque están compuestos entre otros por triptófano, el encargado de liberar serotonina en nuestro cerebro. Estos nos aportan relajación y felicidad. Seguro que lo has notado al ingerir por ejemplo, chocolate, nueces, yogurt o plátano.
¿Qué es la serotonina en nutrición y emociones?
La serotonina es un neurotransmisor relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo. Entre otras, también regula el apetito causando la sensación de saciedad, nos regula el apetito sexual y regula la secreción de la melatonina que a su vez regula nuestros ritmos circadianos y el sueño.
Si tenemos los niveles de serotonina por debajo de lo normal podríamos estar frente a enfermedades mentales como el autismo, esquizofrenia, depresión, ansiedad, TOC, agresividad, insomnio, etc.
Para mantener los niveles necesarios, añade triptófano través de los siguientes alimentos sanos: Huevos, pastas, arroz, lácteos, cereales, pollo, pavo, plátanos, queso, pescado, tofu, soja, semillas de ajonjolí y de calabaza, maíz y legumbres, por ejemplo.
A parte de esto, podemos incrementar los niveles gracias a la práctica de deporte como la defensa personal y el yoga y actividades de ocio o proyectos que te motiven.
Cómo diferenciar el hambre emocional del fisiológico
Es importante que conozcas la diferencia entre ambos tipos y reflexionar sobre la razón por la que estás comiendo. Vamos a verlo:
Hambre emocional
Se caracteriza porque aparece de repente y una vez acabado el proceso, no calma y viene el sentimiento de arrepentimiento.
Hambre fisiológico
Este tipo se incrementa gradualmente, satisface y sacia. Después de comer no tenemos ese sentimiento de culpa.
Nutrición emocional: Una dieta que sacia
Una vez vistos ambos tipos de hambre que ayudaran a diferenciarlos en momentos de ansiedad es momento de saber que tu cuerpo necesita evitar el estrés y además cuidar de sus bacterias, sí nutrición y emociones van de la mano.
Si quieres conocer hábitos que te devuelvan la armonía y calmen tu hambre emocional te proponemos algunos consejos para conseguirlo.
Seguramente, cuando has sentido estrés o ansiedad has buscando solucionarlo a través de la comida y a esto se le llama ‘alimentación emocional cíclica’. Durante el proceso te sientes calmado y bien pero una vez que has acabado sabrás que aparecen sentimientos de culpa, con lo cual el problema base sigue ahí.
De ahí que es necesario aplicar cambios y seguir una estrategia para evitarlo:
- Establecer un horario para comer.
- Concretar 3 alimentos para incluir en la dieta y 3 veces mínimo a la semana (por ejemplo, las verduras, los tubérculos, los lácteos, las frutas, las legumbres, cereales integrales, las carnes de calidad, los pescados y mariscos)
- Por otro lado, eliminar 3 alimentos que no favorezcan a la dieta.
- Organizar un menú semanal para asegurarnos la ingesta de comidas balanceadas, comprando de una manera responsable y únicamente lo necesario.
Nutricionista Valencia
Las funciones de un nutricionista son conocer el apartado bioquímico del metabolismo, el tratamiento de patologías crónicas, fisiología de la nutrición humana, fisiopatología de las enfermedades y la nutrición clínica.
El objetivo es el diseño y la atención nutricional a medida para que contribuya a tu salud y bienestar. En Sambo Valencia, te ayudamos para que aprendas a comer bien y consigas tus propósitos. Además también contamos con nutrición deportiva.
“Que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu comida” – Hipócrates