Cómo hacer una dieta sin gluten

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Seguir una dieta sin gluten es imprescindible para aquellas personas que han sido diagnosticadas con celiaquía, puesto que es la única manera de conseguir que la sintomatología remita. Si este es tu caso y necesitas algunas pautas que te orienten, aquí te dejamos lo que debes tener en cuenta. 

¿Qué es el gluten y la celiaquía?

El gluten es una proteína que está presente en la semilla de algunos cereales, como el trigo, la cebada, el centeno, la espelta, algunos tipos de avena, el kamut, etc. Es decir, todos los que solemos comer en nuestra sociedad. El aporte nutritivo que tiene es muy bajo, pero por sus propiedades tecnológicas, como la elasticidad para la masa o la textura esponjosa, está presente en la mayor parte de los alimentos procesados o que han sido horneados. 

Cuando alguien es celíaco, puede presentar tanto una alergia como una sensibilidad, pero en ambos casos se ofrece la misma recomendación, que es ingerir comida sin gluten. Cuando se realiza el diagnóstico, para lo que es necesario llevar una alimentación corriente para que se pueda detectar la reacción del organismo, la dieta sin gluten se debe mantener de por vida, ya que no hay tratamiento posible para los síntomas de la celiaquía. 

Esta es una enfermedad de tipo autoinmune, que significa que el propio cuerpo actúa dañando los tejidos propios porque no es capaz de diferenciarlos de los ajenos. Cuando sucede, se produce una inflamación que afecta a varias partes del cuerpo. Además, es multisistémica, así que no afecta únicamente al sistema digestivo, y tiene una predisposición genética. Aproximadamente el 1% de la población padece esta enfermedad, sin importar la edad o la etnia a la que se pertenezca. 

El auge de las dietas gluten free

Tal y como hemos indicado, la dieta sin gluten solo debe seguirse por aquellas personas que padecen de celiaquía. Hay estudios que demuestran que esta proteína tiene un efecto cardiovascular protector, y dejar de ingerirla puede tener consecuencias negativas en el organismo. 

En la actualidad, hay una moda que invita a comer alimentos gluten free, o lo que es lo mismo, alimentos que contienen gluten, y que procede de los Estados Unidos. Diversas celebrities hacen publicidad de ella alegando motivos de salud, reducción de calorías en la ingesta o incluso como alivio de ciertas patologías, pero no hay base científica que los respalde. 

Cuando se apuesta por alimentos sin gluten cuando no hay patología, se están eliminando productos básicos, como son el pan o la pasta, que al ser carbohidratos, constituyen una fuente interesante de energía, que además aporta minerales y vitaminas. Por otra parte, comer sin gluten no implica que haya que dejar de verificar etiquetas; para conseguir una textura similar o simplemente para mejorar el sabor, como sucede en los alimentos procesados corrientes, pueden incluir ingredientes que no son saludables. 

Además de por modas, también se suele optar por ello cuando solo un miembro de la familia ha sido diagnosticado con la enfermedad, dado que permite evitar contaminaciones y se vuelve más sencillo para todos. 

La contaminación quiere decir que la persona celíaca entra en contacto con algún alimento que contiene gluten a través de los demás. Por ejemplo, porque se comparten platos y cubiertos o se utilizan los mismos elementos para cocinar. Aunque se trate de algo tan simple como una pequeña miga, es suficiente para hacer reacción en alguien con celiaquía. 

¿En qué consiste una dieta sin gluten?

Para comer sin gluten, solo hay que elegir aquellos alimentos que no lo incluyen, pero hay que prestar atención a los ingredientes en cada etiqueta y la presencia de trazas. Los alimentos frescos no se suelen ver afectados, como las frutas y las verduras, los huevos, el pescado y las carnes magras, las legumbres, las semillas, los frijoles y los frutos secos que estén sin procesar. Se deben evitar los alimentos que indican que son aptos para una dieta baja en gluten. 

En el grupo de los granos es donde hay que prestar más atención. Los permitidos son el amaranto, la harina y la sémola de maíz, la polenta si se indica que no tiene gluten, el lino, el mijo, la quinoa, el arroz, la soja, la tapioca y las harinas sin gluten, como las de arroz, patata, maíz, soja o frijoles). Hay que tener en cuenta que el gluten de trigo está presente en las distintas variedades de este producto, como el kamut, la espelta o el farro. 

Lo más sencillo y recomendable para una dieta sin gluten es optar directamente por aquellos que están etiquetados como alimentos que no lo contienen, ya que estos son seguros. En estos se incluye los alimentos que naturalmente no lo llevan, las comidas que han sido preparadas, alimentos que garantizan que no han sido contaminados en el proceso de producción y los que sí lo contienen, pero que han sido sometidos a algún proceso para eliminarlo. 

Se debe tener precaución con las bebidas alcohólicas, que para ser aptas para su consumo deben tener una indicación que garantizan que se elaboraron sin gluten o que fueron tratadas de alguna manera para eliminarlo. 

En general, toda la bollería industrial, los snacks dulces y salados o los productos con mezclas o que han sido condimentados llevan gluten. Si necesitas más detalles o una alimentación personalizada para tus necesidades, en Sambo te ofrecemos un servicio de nutrición y dietista en Valencia. Si deseas más información, puedes rellenar el formulario que aparece en el enlace. 

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