5 actividades para que los niños aprendan a defenderse

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Los menores no están exentos de sufrir situaciones que les pongan en una situación vulnerable que, de no tratarse, puede llegar a ponerles en riesgo. La llegada de las redes sociales, y el incremento del uso de estas en niños y niñas cada vez más jóvenes, hace que el acoso no se produzca solo durante la escuela, sino que se prolonga a lo largo de todo el día. Por estas razones, son importantes las actividades para que los niños aprendan a defenderse, y en este artículo te dejamos varias propuestas que te serán de utilidad. 

Actividades para que los niños aprendan a defenderse

La defensa no equivale únicamente a la protección física, sino que el trabajo que pueden realizar los menores abarca otras facetas. En primer lugar, es necesario que niños y niñas sean capaces de identificar cuándo se están sobrepasando los límites y se encuentran en medio de una situación que no tienen por qué soportar y en la que los adultos deben intervenir.

Para que puedan aumentar sus recursos físicos y emocionales, a continuación te dejamos varias actividades con las que trabajarán diferentes habilidades.

Clases de defensa personal y artes marciales

Las artes marciales, así como los cursos de defensa personal, enseñan técnicas para la autodefensa. A través de movimientos sencillos, niños y niñas aprenden a protegerte para poder huir sin sufrir daños. Aunque pueda parecer que son actividades agresivas y que pueden convertir a los menores en más violentos, lo cierto es que consiguen el efecto contrario.

En las artes marciales hay una serie de principios, y uno de ellos es el de no usar la fuerza salvo que no quede más remedio. En ese camino, está el autocontrol y la tolerancia a la frustración, así como la capacidad para identificar una situación comprometida, para poder actuar antes de verse inmersos en un problema. Además de las clases regulares de defensa personal, se puede apostar por el karate, el judo o el taekwondo.

Role playing

Los juegos de role play permiten a los menores desarrollar habilidades sociales y emocionales. Con ellos, exploran situaciones de conflicto y pueden practicar respuestas asertivas que pongan límites, pero sin atacar a la otra persona. De esta manera, aprenden a comunicar sus deseos y necesidades y a expresar sus sentimientos.

Talleres de comunicación y teatro

Los menores tienen dificultades para identificar las emociones que sienten y responder a ellas. Por ello, es importante que aprendan a saber las diferencias entre unas y otras y a comprender la función adaptativa que tienen. Los talleres de comunicación y los cursos de teatro les dan la oportunidad de interpretar papeles con distintas necesidades y de expresarse con tranquilidad y confianza, y sin que haya represalias por eso.

Ejercicio físico

Además de mediante la comunicación, la confianza y la seguridad también se ganan a través de la práctica de algún deporte. Un cuerpo activo es un cuerpo fuerte, y la tolerancia al cansancio físico supone también un esfuerzo para la mente. Sentirse en control de ambos les da herramientas para aumentar la autoestima, pero también para poder defenderse si fuera necesario.

En cuanto a las actividades concretas, no hay ninguna regla, ya que es conveniente que sea alguna que sea de su agrado. Lo ideal es que les ayuden también a relacionarse con otros niños y niñas fuera de la escuela, para que su círculo sea mayor y encuentren apoyo y vínculos más allá de las clases diarias.

Analizar cuentos y películas

Los cuentos y los dibujos animados para menores tienen una función didáctica y les sirven para aprender valores dentro de la sociedad. Sin embargo, con la llegada de las redes sociales, el pensamiento crítico se reduce y niños y niñas se acostumbran a ser meros espectadores. Por otra parte, el contagio social que avanza con rapidez por estos medios, dificulta que se mantenga una actitud asertiva cuando difiere de la de la mayoría.

Otra de las actividades para que los niños aprendan a defenderse es la lectura conjunta de cuentos o historias o el visionado de películas y dibujos. Los adultos pueden lanzar preguntas al aire para ayudar a los menores a cuestionarse lo que ven y a analizar las situaciones de injusticia, las faltas de respeto o cuando se transgreden los límites.

Gracias a este conocimiento y práctica, cuando ellos u otras personas cercanas se vean inmersos en situaciones similares, ya tendrán las herramientas para identificar por qué está mal y qué pueden hacer al respecto.

Debemos recordar siempre que el cerebro de los menores, y con ello sus capacidades cognitivas, no se han desarrollado por completo. Esto significa que, en función de la edad, todavía no serán capaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal, de conocer las consecuencias a largo plazo de sus actos o cómo puede repercutir en los demás, ya que incluso la empatía es una cualidad que debe trabajarse desde la infancia.

Clases de defensa personal en valencia

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Además de habilidades puramente físicas como el equilibrio y la coordinación, también se potencian las sociales y el trabajo en equipo. Si quieres incrementar la confianza de tus peques y darles herramientas de autogestión, así como conocimientos de defensa, ¡contacta con nosotros y ven a una de nuestras clases!